Periodismo y weblogs
31 mayo 2004
Fernand0 da en la diana y de Slashdot con la nota On Collaborative Weblogs:
«The 5th International Symposium on Online Journalism has dealt with some blogging issues (see the Symposium Research Papers). One that can be of interest for Slashdot readers is When the Audience is the Producer: The Art of the Collaborative Weblog (pdf).»
Por otra parte, hace un par de semanas que en el País Vasco se reunieron unos 100 periodistas digitales para debatir el futuro de los weblogs (entre otras cosas). Así lo cuenta Cibereuskadi:
«Javier Candeira, Nacho Escolar, el valenciano Guillermo López, el asturiano Próspero Morán y José Antonio del Moral (cyberEuskadi) salieron en defensa de los weblogs. "Los medios online son más libres que los que tienen el respaldo de empresas que viven de sus anunciantes o que están participadas por los grandes conglomerados, tal y como sucede en España", apuntó Escolar. Paco Olivares (Canal Sur) y Darío Pescador trataron de buscar posiciones intermedias.» La puntilla la pusieron finalmente José Alonso, ex autor de Barakaldo Confidencial, la primera web de este tipo que hubo en Euskadi, y una alumna, que se declaró seguidora de Escolar.net. "Tuvo más repercusión mi trabajo en 12 meses en Internet que las 9.000 informaciones que había mandado durante años para EFE", indicó Alonso, que fue colaborador de la agencia de noticias».
Es grato que, después de cierta polémica sobre si los weblogs van a dejar sin trabajo a los periodistas, al menos algunos los ven como herramientas poderosas y complementarias. Sin embargo, aún quedan algunas lagunas:
«Jesús García, el rostro bursátil de Telecinco y comentarista financiero en el ElConfidencial.com. "No podemos darles la misma credibilidad que a los medios tradicionales", indicaron».
¿Por qué un medio tradicional es más creíble que una weblog? Muchas veces la credibilidad depende de las fuentes de información. Pongamos el caso de las armas de destrucción masiva: el New York Times acaba de pedir perdón por no haber sido suficientemente críticos con la cuestión, y haber pasado por información lo que a las claras no eran afirmaciones contrastadas. Los medios estadounidenses crearon las condiciones suficientes y necesarias para que la opinión pública aceptara una guerra. En Internet, las opiniones no eran diferentes: los warblogs apoyaban la causa de Bush y despreciaban a los franceses, mientras otros se opusieron hasta hoy.
Al fin y al cabo, y aunque es cierto que en Internet es más fácil el anonimato, no veo por qué hay que darle más credibilidad a quien dice haberse acostado con decenas de políticos famosos, sin aportar pruebas, lo diga a pie de micrófono o mediante su blog personal. ¿O sí?