edmz escribió hace unos días una entra preguntándose si los navegadores están condenados:
«Internet Explorer tiene ya varios meses en la congeladora. Microsoft ha dejado dejado en el olvido su browser, solo actualizándolo cuando surgen importantes hoyos de seguridad que reparar. Hace apenas unas dias, el equipo de desarrollo de Internet Explorer dio señales de vida. Aun asi, no se espera una nueva versión de IE en el futuro cercano».
Aunque la reflexión habla sobre la falta de innovación entre los navegadores, quiero centrarme en el IE. Aparentemente, Microsoft decidió posponer cualquier innovación en su Internet Explorer hasta la llegada de la próxima versión de su sistema operativo, Longhorn. De modo que vemos cómo los competidores incluyen pestañas, lectores de RSS, bloqueos de ventanas emergentes... y Microsoft cruzado de brazos. La pregunta es ¿por qué?
Para buscar la respuesta, me permitirán remontarme unos años antes. Durante la última legislatura de Clinton en la Casa Blanca, se celebró un juicio en el que el Departamento de Justicia acusaba a Microsoft de prácticas monopolísticas y, especialmente, de haberse cargado a Netscape abusando de su dominio con Windows. Se dictaminó que MS era culpable, pero el juez se fue de la lengua en una entrevista antes de sentenciar la pena (se quejó de las tretas y mentiras de Microsoft durante el juicio). En ese momento, llega George W. Bush a la Casa Blanca y el Departamento de Justicia llega a manos de los republicanos, quienes parecen menos decididos a imponer una durísima sanción a Microsoft. Finalmente, llegan a un acuerdo, en buena parte secreto, la mayor parte de estados que se sumaron a la causa también firman la paz con Microsoft y la juez impone algunas restricciones.
Y ahora es cuando me pongo en modo Fox Mulder y veo hombres de negro en cualquier botón de inicio. Siendo Internet un sector de interés crítico, en el que mantener una buena posición ofrece ventajas enormes (siendo el I+D muy rentable), mi sospecha es que el estancamiento de Microsoft en la navegación no es por decisión propia, sino en ejercicio de cláusulas del acuerdo con el gobierno. A mi me resulta increíble que el equipo de programadores de IE se tomen unas vacaciones de dos años para ver cómo Mozilla se come el mercado. Por supuesto, y como en cualquier teoría conspiratoria que se precie, carezco de pruebas y ni siquiera hay gargantas profundas ;)
En otra ocasión desbarro sobre por qué a los republicanos no les interesaba dividir a Microsoft en baby-bills.