The Power of Blogs?
21 septiembre 2004
Hace un año escribí una entrada titulada El quinto poder, en el que argumentaba que la blogosfera podría servir de vigilante de los medios de comunicación y dos acontecimientos recientes parecerían apoyar esta tesis.
El primero, en suelo patrio, es el calificado por Enrique Dans como Paísgate: el diario El País envía publicidad a miles de buzones electrónicos. El cartel publicitario usa imágenes del ataque a las Torres Gemelas y reza Un día da para mucho. Mientras la redacción comienza a recibir quejas de los lectores, varios weblogs dan cuenta de la polémica. Posteriormente, el asunto salta a los weblogs estadounidenses. Y como el día da para mucho, El País rectifica. Y el domingo, la Defensora de los Lectores del diario impreso da más detalles sobre la polémica. La cuestión es ¿quién ejerció mayor presión: los lectores vía correo-e, la blogosfera extranjera, la patria u otros?
El otro acontecimiento que podría demostrar la influciencia del público como vigilantes de medios es la rectificación de la CBS sobre el origen de varios documentos sobre el pasado de Geroge Bush. Y es nada menos que la CNN quien discute el hecho: Triumph of the bloggers?:
«To hear some press experts tell it, CBS's admission Monday that it was duped into using questionable documents about President Bush's National Guard service during the Vietnam War was a watershed moment brought on by a small army of Internet-based commentators known as bloggers».«Bloggers were the first to challenge the authenticity of the documents and first to publish detailed examinations of the evidence by dozens of self-declared experts, some of them with Republican Party ties. "The credibility of the media has taken another hit, especially when you consider the story is not Dan Rather but President Bush's service in the National Guard," Schell said».
Como se comentaba aquí mismo hace poco, la influencia no siempre está relacionada con la popularidad: basta con tener pocos lectores, pero tener los adecuados. Si en EEUU parecería más fácil admitir que los blogueros han ejercido clara influencia en la rectificación de la CBS, Fernando Tricas da algunas claves para rebajar la euforia desatada a este lado del Atlántico en caso del Paísgate.
Seamos, pues, prudentes y no vendamos la piel del oso antes de cazarlo... que todo llegará ;)