Inocencia y atención
31 mayo 2005
Julio Alonso, responsable de Weblogs SL, se quejó ayer a Studio ST del uso lucrativo de las fuentes de sindicación de sus blogs en el agregador del último, Feedness. En Agregadores y publicidad, afirma Julio:
«Mientras esto se haga sin ánimo comercial, ningún problema, nos ayudan a difundir nuestros blogs y simplifican la vida de muchos lectores. Ahora, no es posible basar su modelo de negocio en publicidad simplemente, porque los contenidos no son suyos y nuestras licencias no comerciales no se lo permiten».
Han sido varios los blogs que han terciado en la controversia. Uno de los que más me ha llamado la anteción es el de Juan Varela, que escribe en El fin de la inocencia:
«Siempre ocurre cuando llega la hora del dinero. No lo arregla ni el copyleft, ni el altruismo ni las grandes palabras. Cuando los blogs comerciales, que pretenden vivir de la publicidad por sus contenidos, se desarrollan y necesitan pagar a sus colaboradores comienzan a comportarse como el resto de los medios: reclaman derechos de autoría y propiedad. Entonces demandan a servicios como los agregadores que no superpongan su propia publicidad».
Esto me recordó a una entrada que vi hace unos días en el blog The Long Tail (la larga cola), que reflexiona sobre las diferentes economías de la atención. Titulada Los peligros de la cabecera (The dangers of "Headism"), Chris Anderson muestra que, según se tenga un mayor grado de atención, también crece el interés en defender los derechos de propiedad intelectual. La zona naranja es la zona de los beneficios económicos, paradigma actual defendido por la industria musical que lucha a contracorriente contra el P2P; la zona intermedia la de la reputación, que también puede dar dinero, aunque no de forma directa, que no ve con malos ojos las violaciones de copyright, ya que lo perciben como márketing gratuito; y finalmente la zona final, la larga cola, donde el único interés es el de la expresión, donde las preocupaciones por copia son casi inexistentes o incentivadas con licencias copyleft y Creative Commons (CC).
La moraleja es que si no posees suficiente atención, es lógico que regales tus contenidos, pero una vez escalas a la zona roja... ¿las cosas se ven de otra forma? Pues es probable. No hay que olvidar que el año pasado en Six Apart decidimos cambiar la licencia para la versión 3 de Movable Type, pasando de gratis para uso no comercial, a gratis para pocos autores y pago en el resto de casos. Siguiendo el razonamiento de Anderson, los competidores deben ser más agresivos para llamar la atención (y diría que es el caso ;)
Volviendo al caso de Feedness y Weblogs SL, no estoy del todo seguro que el cobro por servicios de agregación sea un caso similar al de un periódico que publica sin permiso artículos con licencia CC-no comercial, ya que la decisión editorial es del usuario beneficiario del servicio y no directamente del proveedor... ¿No es matar al mensajero?