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Charla de Lawrence Lessig en Google

Ayer descubrí una nueva sección de vídeos de conferenciantes invitados en Google, AtGoogleTalks (en YouTube en lugar de Google Vídeo). En concreto, tienen una serie de conferencias bajo el título Authors@Google. Al contrario que las charlas de Google engEDU, éstas no están centradas en asuntos técnicos, sino en culturales. Algunos de los conferenciantes invitados son Chris Anderson, George Soros, Neil Gaiman, Steve Wozniak y Hillary Clinton.

Supongo que los lectores habituales de este blog conocen ya a Lawrence Lessig, pero por si acaso, la Wikipedia lo describe como «abogado y profesor de Derecho en la Universidad de Stanford, especializado en derecho informático. Fundador del Centro para Internet y la Sociedad de la universidad, además de la iniciativa Creative Commons». Lessig es autor del libro Free Culture (traducido por Elastico: Cultura libre), que trata de los excesos del copyright:

«En toda nuestra historia nunca ha habido un momento como hoy en que una parte tan grande de nuestra "cultura" fuera "propiedad" de alguien. Y sin embargo, jamás ha habido un momento en el que la concentración de poder para controlar los usos de la cultura se haya aceptado con menos preguntas que como ocurre hoy día»

En la charla, Lessig comienza hablando de la Larga Cola de Chris Anderson (magnífico libro que tengo pendiente de comentar). Ya saben: unos pocos viven de (por ejemplo) escribir, y otros muchos lo hacen por el amor al arte; en la vida real esta economía de lo escaso tiene sentido, pero no en Internet donde las estanterías virtuales tienen espacio casi infinito, y suponen una parte importantísima de las ventas de Amazon, iTunes, Netflix o Rhapsody. Para Lessig, lo importante sobre la Cola Larga no es solo el mercado que genera: Amazon, Apple y otras empresas están controlando mediante tecnologías cómo podemos usar la cultura, tanto en la cabeza como en la cola. Según Lessig, hay dos culturas y dos economías que diferencian la cabeza y la larga cola.

Las dos culturas de Lessig son la cultura de "solo lectura" y la de "lectura y escritura" (en alusión a los permisos de los ficheros de un sistema operativo). La cultura de "solo lectura" se caracteriza por tener una economía comercial, mientras que la cultura de la "lectura y escritura" se basa en la economía del compartir. Y tienen lógicas diferentes: la primera se basa en el dinero y la segunda en el amor al arte. Lessig pone el ejemplo de la Wikipedia: si aplicáramos las reglas de la cultura de "solo lectura", este macroproyecto tendría muchísimas menos aportaciones, no más.

Pero lejos de ser rivales, estas dos culturas pueden ser compatibles. El mundo del software libre ha demostrado que es capaz de compatibilizar la pasión de los programadores, traductores y diseñadores amateurs con las ambiciones empresariales de (por ejemplo) RedHat. Esta economía híbrida que combina el dinero con el compartir es, para Lessig, y con diferencia, la de mayor potencial de crecimiento y por tanto la que hay que cuidar.

El abogado estadounidense afirma que ese prometedor potencial tiene dos peligros: la legislación y la cultura empresarial. La cultura de "solo lectura" traspasa las metáforas analógicas al mundo digital, y por eso quiere controlar las "copias". Pero en el mundo digital, cualquier uso que damos a un contenido es en si mismo una copia. La legislación quiere imponernos las reglas de ese mundo analógico al digital, y de paso borrar de un plumazo el que en EEUU ha sido el derecho al uso justo (fair use).

Para Lessig, la respuesta a esta disyuntiva es Creative Commons: que una gran parte de nosotros creemos contenidos y los compartamos en Internet, permitiendo -si así lo que queremos- que otros puedan remezclar obras sobre las que crear nuevas composiciones.

En fin. La charla es bastante interesante y Lessig es muy ameno y didáctico como orador. La sesión de preguntas es tan instructiva como su conferencia, y a tenor del eco del público, parece que Lessig juega en territorio amigo en Google (no en vano, la empresa remezcla contenidos ajenos con copyright, en base al uso justo, para ofrecer resultados de búsquedas).

Viendo la charla me resonaban en la cabeza la SGAE, el canon digital y los argumentos de Alejandro Inurrieta, Asesor del Secretario de Estado de Economía, sobre El peso económico de la cultura en España (obviamente, solo el de la cultura de "solo lectura") de donde se explica por qué el Parlamento español hará caso omiso a la voluntad mayoritaria en esta cuestión.

PD: Q.E.D. Encuesta del CIS del mes de marzo. Los españoles no consideran piratería bajarse música de Internet.

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