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El futuro es distribuido: Google App Engine

Mi amor por Python comenzó hace ya algunos años, cuando Iván Juanes, un colega del Grupo de Usuarios de Linux de Canarias (GULIC) le prestó un libro a mi hermano sobre este lenguaje. Echándole un ojo, quedé prendado de este lenguaje que no te hacía sentir estúpido (algo que siento al programar en Perl). Su sencillez, su belleza matemática, me cautivaron. Durante meses estuve tentando de programar Blogalia en Zope, el único framework web para Python que existía en aquel entonces. Pero Zope era todo lo contrario que Python y al final utilicé PHP. Años más tarde llegó Ruby on Rails, y la comunidad Python se sintió menospreciada ;) Y poco después llegó Django, y otros tantos, que aliviaron la situación y potenciaron el uso de Python en entornos web.

Hoy Google ha presentado su servicio escalable de aplicaciones: tú haces la aplicación y ellos la alojan en su nube de servidores. El servicio se llama Google App Engine. El Ornitorrinco Enmascarado da más detalles en Google App Engine - Python más útil que nunca y Error500 en Google App Engine frente a los web services de Amazon:

«Amazon y el resto de actores de las plataformas como servicio tienen motivos para preocuparse. Google entra en el terreno de juego, con algunos puntos muy buenos a pesar de que se trata de una beta que tiene todavía que crecer mucho. Como empresa, hoy más que nunca, Google se asemeja cada vez más a los gigantes que han dominado épocas de la tecnología de la información como han sido IBM y Microsoft».

El único lenguaje de programación disponible de momento para Google App Engine es Python, y uno de los framework recomendados es Django. De ahí la euforia de los pythoneros (incluído yo ;)

Ahora vayamos al fondo del asunto. Esta es una de las noticias que he encontrado más interesantes en mucho tiempo en lo relativo al futuro del web. Para cualquiera que se haya enfrentado al desarrollo de una aplicación web, sabrá que el problema (una vez tienes un servicio funcionando y comienza a tener éxito) es hacer que crezca sin traumas. Por desgracia, muy pocos frameworks de desarrollo web solventan ese problema. Vi cómo TypePad pasaba de unos pocos miles a millones de usuarios, y los problemas de programación, infraestructura y hasta de recursos humanos que todo ello ocasiona. Por eso era algo crítico con Ruby on Rails o Django, porque no ofrecían nada muy diferente a lo que ya había: aumentaban la productividad de los desarrolladores, sí, pero dejaban los dolores de cabeza para más tarde (a los problemas de Twitter o La Coctelera me remito). El ideal de framework web, para mi, es uno que permita desarrollar una aplicación de forma tan fácil como hacerla crecer. Zope sí facilita el crecimiento en ordenadores distribuidos, pero desde luego, no le aplico el adjetivo de "fácil de desarrollar".

Hace tiempo que Amazon vio una oportunidad en ese nicho. Lanzó sus servicios S3 y EC2, para el almacenamiento y ejecución de sistemas operativos virtualizados en su inmensa red de ordenadores, de forma relativamente sencilla. Desde un punto de vista diferente, Facebook y Salesforce también han tentado a los desarrolladores para alojar las aplicaciones de terceros en sus servidores, aunque solo aquellas relacionadas con sus servicios.

Pero la oferta de Google va un paso más allá y pone a nuestra disposición su (casi) insuperable conocimiento sobre escalabilidad de servicios: desarrollamos nuestra aplicación web en CGI (y de momento en Python), la subimos a Google App Engine, y listo. En teoría ya no tendremos que pelearnos con el Apache, o el MySQL para que rindan como jabatos ante un enlace bienintencionado pero mortal de los Microsiervos (¡horror, avalancha de visitas!). Google App Engine es lo más cercano a mi ideal de framework web: fácil de desarrollar y fácil de escalar (más fácil imposible: ya se encargan ellos).

Google App Engine me parece un paso importante para los pequeños desarrolladores con ideas innovadoras. Desde hace algún tiempo a esta parte, la voracidad de recursos de las aplicaciones web superan con creces lo que un solo servidor da de si. No todos los programadores son buenos administradores de sistemas, y no todos los buenos administradores de sistemas son expertos en optimización de Apache, PHP o SQL. Esto obliga a los equipos a hacer una inversión no desdeñable en recursos informáticos y humanos. Estas limitaciones coartan la creatividad. Con App Engine, la inversión requerida será mucho menor en recursos humanos destinados a la escalabilidad y esperemos que las minutas de Google App Engine no sean disparatadas. La ventaja competitiva será importante.

Otros que deberían ponerse las pilas son los alojamientos tradicionales. Hace seis meses, un buen colega me preguntaba qué proyectos tenía en mente. Uno de los que más me atraían era justamente un centro de datos donde hacer realidad ese framework web ideal, porque los alojamientos tradicionales aún siguen pensando en términos de servidores individuales, y muy pocos ofrecen servicios de alojamiento de datos -y menos aún, aplicaciones- distribuidos. Es el cliente quien tiene que implementar su solución. Era necesario dejar de reinventar la rueda de la escalabilidad, una y otra vez. Google ha puesto encima de la mesa su propuesta. ¿Qué respuesta dará el mercado?

A corto plazo no creo que la cosa cambie radicalmente. Hay que hacer aplicaciones ad-hoc para Google App Engine. Pero se harán. Y a medio plazo aparecerán los MTOS, WordPress y Drupal listos para instalar en esta plataforma. Como estoy convencido de que la ventaja competitiva de usar Google App Engine para muchas empresas que aspiran al éxito en el web será importante, a medio plazo tanto la competencia directa de Google (Yahoo, Microsoft) como las empress de alojamientos deberán ofrecer alternativas. Yahoo ha estado impulsando una implementación libre de las tecnologías distribuidas de Google, llamada Hadoop. Sea con Hadoop o sin él, sospecho que aparecerán alojamientos compatibles con Google App Engine, que ejecuten las mismas aplicaciones pero ofrezcan a los clientes mayores garantías sobre la seguridad de los datos.

En fin. Cuestiones legales aparte, y no son menores, esta propuesta de Google me entusiasma. La web siempre ha sido un lugar donde pequeños grupos han podido competir de tú a tú con los grandes. Me encanta que esto vuelva a ser así.

PD: En la entrada del blog del App Engine correspondiente al 19 de abril, Google anuncia que en el futuro será posible migrar los datos hacia y desde su infraestructura, e invitan a participar en el debate sobre qué formatos son los más adecuados.


Nos vemos en iCities

iCities En Canarias, poquito a poquito, nos ponemos las pilas interneteras. En Atarecos he visto bastantes convocatorias e iniciativas recientes que dan muestra de ello, como las jornadas de Cómo vender más en Internet de las Cámaras de Comercio, o la jornada publicitaria  de Mixtura Lab. El próximo mes, el Ayuntamiento de la Villa de Candelaria (Tenerife), con la colaboración de Las Ideas, organizan iCities, las Primeras jornadas sobre Blogs, e-Government y participación digital.

El programa es bastante completo y va desde «El móvil y su integración en el Gobierno Electrónico» al Ciber-activismo, pasando por «El software libre en la administración pública». Entre los ponentes estarán César Calderón , Rosa Jiménez Cano, José Antonio Martinez Soler,  Manuel Almeida, Ignacio Escolar, Fernando Tricas, Lourdes Muñoz Santamaría... y quien suscribe. Participaré, concretamente en la mesa redonda titulada «¿Hacia dónde van los blogs?».

Las jornadas se celebrarán durante los días 9 y 11 de mayo. ¡Nos vemos por allí!