Manifiesto "Por una red neutral"
Wikileaks y Ley Sinde: El plan de EEUU (I)

Primer aniversario del #manifiesto (+ #cablegate)

Resumen.

  • El #manifiesto es uno de los casos de mayor éxito del ciberactivismo español.
  • Hay más de 100 teletipos del #cablegate que podrían demostrar la presión de EEUU al gobierno español en relación a la lucha de la "piratería" en Internet.

image from rvr.typepad.com Hace justo un año se publicó el "Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet", texto que tuvo un éxito arrollador en la ciudadanía internauta española. Particularmente, fue una experiencia muy reveladora de cómo Internet ha dejado ya de ser un asunto de frikis o contracultural, de cómo los blogs habían crecido en popularidad, diversidad e influencia. De cómo los partidos políticos y los medios de comunicación están atentos a lo que se dice en la Red. Y de lo mucho que importa a tanta gente que en este "bien común" siga imperando la cultura donde se desarrolló.

El #manifiesto es uno de los ejemplos paradigmáticos del ciberactivismo en España. Recordemos que, el año pasado, tras la publicación del borrador de la Ley de Economía Sostenible, El País publicó en primicia que la LES incluía medidas "anti piratería". Concretamente, se proponía la creación de una comisión administrativa que podría cerrar el acceso a páginas que vulnerasen (a su juicio) la ley de propiedad intelectual. Ese mismo día un grupo de blogueros se reunieron para redactar un manifiesto en contra de otorgar tal potestad a una comisión, entendiendo que sólo los jueces están capacitados para censurar publicaciones. El manifiesto se publicó el día 2 de diciembre de 2009, y en sólo 6 horas ya lo apoyaban 55.000 blogs. Durante el día se sumaron a él varios partidos con representación parlamentaria. Aunque Casciari había matado a los blogs, en esas fechas se manifestaron miles de ellos, movilizados gracias a Twitter y las redes sociales.

No fue la primera vez que los internautas nos movilizamos. La LSSI y el canon digital tuvieron mucha contestación. Pero en esta ocasión, fue diferente. La Ministra fue convocada por el Gabinete de Presidencia durante la tarde del día 2 de diciembre, y horas después el Ministerio de Cultura convocó a un grupo de internautas, entre los que se encontraban algunos de los promotores del manifiesto. La reunión ocurrió el día 3 de diciembre, y fue tuiteada en directo. Acabó como el rosario de la aurora, con posturas muy diferentes y sin ningún acuerdo. La sorpresa llegó horas después. En una rueda de prensa que ofreció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la Presidencia española en la Unión Europea, trató directamente la polémica. Y, ahí lo tienen, un día después de una movilización en la Red, el presidente del país sale al paso y afirma que «No se va a cerrar nada en la Red, ninguna página web ni ningún blog».

Por desgracia, este caso de éxito del ciberactivismo español no terminó ahí su historia. De hecho, no la ha terminado. Zapatero también advirtió en esas mismas declaraciones que «La propiedad intelectual hay que protegerla porque, si no, nos quedaremos sin ella». Indicaba así su clara intención de buscar una fórmula para proteger los intereses de la industria de contenidos.

¿Por qué tanto interés? ¿Por qué el Gobierno se la juega en un asunto de máxima relevancia como la innovación y las nuevas tecnologías? ¿Tanta influencia ejercían los artistas en el Gobierno? En esos días, mi intuición era que la Disposición no podía ser un invento de la ministra Sinde, sino que tenía que contar con el apoyo directo de Presidencia. Efectivamente, la clave estaba en otro sitio. El 4 de diciembre de 2009, Ignacio Escolar reveló que la embajada de EEUU habría presionado al Gobierno. Ese mismo día, Wired publicaba un artículo que ponía de manifiesto el secretismo con el que se estaban llevando a cabo las negociaciones sobre el tratado ACTA (U.S. Fears Public Scrutiny Would Scuttle IP Treaty Talks). ¡Bingo! La conexión internacional. Eso sí tenía sentido: lucha contra la piratería por presiones del gobierno estadounidense y sus empresas. (A mediados de diciembre, en Alt1040 comenté mis impresiones sobre el manifiesto en un contexto internacional).

Un año después, la Ley Sinde sigue su tramitación en el parlamento. Durante este año, a la industria de contenidos se han sumado las empresas de telefonía en el acoso a Internet, pretendiendo dar carpetazo al principio de Neutralidad de la Red. En los periódicos han ido apareciendo voces de un sitio y de otro abogando por "racionalizar" el acceso a Internet. Y, de repente, hace unos días explota una bomba atómica informativa: WikiLeaks comienza a filtrar a los medios los 250.000 mil despachos diplomáticos estadounidenses. ¿Qué tiene que ver el #cablegate con el #manifiesto? Vamos a por ello.

Antonio Delgado, promotor de RedNeutral, tuvo la intuición de que tenía que haber algo relacionado con las presiones que comentaba Ignacio Escolar. Dado que los teletipos de España llegan a febrero de 2010, era posible que existiera alguno... Posible, pero ¿probable? Echamos un primer vistazo a los teletipos etiquetados como SP ("España"). En diciembre de 2009 hay bastantes cables, pero no vi relación evidente. Antonio mantuvo la esperanza. Y la vio recompensada. Michael Geist, un ciberactivista canadiense experto en propiedad intelectual descubrió la piedra Rosseta: Intellectual Property Appears to Figure Prominently In Wikileaks Cablegate. Los despachos relacionados con la propiedad intelectual están marcados con la etiqueta KIPR (Intellectual Property Rights).

Haciendo una búsqueda, me aparecen 105 despachos donde están las etiquetas KIPR y SP (tabla en Google Docs). Concretamente, en las semanas del #manifiesto aparecen estos:

2009-12-02T12:00:00Z,Embassy Madrid,"KIPR, ETRD, ECPS, SP"

2009-12-04T16:44:00Z,Embassy Madrid,"KIPR, PGOV, SP"

2009-12-22T12:49:00Z,Embassy Madrid,"KIPR, SP"

De estos citados, el primero es del mediodía del 2 de diciembre, fecha en la que se lanza el manifiesto. Las etiquetas son KIPR (propiedad intelectual) ETRD (comercio exterior), ECPS (comunicaciones y servicios postales) y SP (España). El segundo, la tarde del día 4 de diciembre, un día después de que Zapatero haga sus declaraciones. De hecho, el segundo sólo tiene las etiquetas KIPR, PGOV (asuntos internos de gobierno) y SP.

Mientras escribo estas líneas David Maeztu ha publicado sus propias pesquisas, relacionando las fechas de otros teletipos con posibles eventos de la Ley Sinde: Especulaciones sobre las fechas de los cables "españoles" KIPR de wikileaks. Maeztu relaciona el número de comunicaciones enviadas con las presiones, que él sitúa a partir de octubre de 2009. Si lo representamos obtenemos una gráfica como la de abajo (datos en Google Docs). Lo cierto es que el máximo mensual se produce en febrero de 2009 (tras la toma de posesión de Obama). En noviembre hay otro pico de actividad, que como apunta Maetzu estaría relacionada con la visita que realiza Zapatero a EEUU el mes anterior.

20101202cablegate-sp-kipr

En todo caso, parece claro que tenemos un cadáver y una pistola humeante. En Twitter se está presionando a El País y WikiLeaks para que publiquen las comunicaciones antes de que el parlamento apruebe definitivamente la Disposición Final Segunda. Boing Boing lo cuenta en Fate of Spain's Internet/copyright law depends on El Pais releasing relevant Wikileaks cables NOW. Según Javier de la Cueva, El País tiene estos despachos en su poder, y le han asegurado que los publicarán "a tiempo".

WikiLeaks ha puesto Internet del revés. Ahora hay muchos políticos estadounidenses, y de otras democracias, a quienes les parece ético que se cierre el acceso a WikiLeaks. Nadie piensa en cerrar el acceso a El País, al New York Times o a The Guardian. Los periódicos son sagrados. Pero un wiki no es un periódico, es algo de aficionados -o peor aún, de "hackers". Así que, si se cierra un sitio web porque perjudica negocios, ¿cómo no cerrarlos cuando perjudica a los gobiernos?

Un año después el #manifiesto y sus repercusiones siguen vivas. Hoy, más que nunca, Internet está en el ojo del huracán. Hoy, mucho más que hace 12 meses, debemos seguir luchando por una Internet libre.

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