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Ciudadanos a las puertas (II)

Algunas notas rápidas sobre las manifestaciones de estos días.


image from farm4.static.flickr.com Los tertulianos no paran estos días de buscar explicación al fenómeno de las movilizaciones que hemos vivido estos días. Alguien proponía que se trata de un fenómeno de "Cisne negro", algo que surge espontáneamente, causa una gran disrupción y que sólo se racionaliza después. Es posible, pero sí que hay claras algunas cuestiones.

Causas

Las raíces de Democracia Real Ya y No les votes hay que buscarlas en un descontento por una forma concreta de hacer política de los dos partidos mayoritarios, y que viene de lejos. Los días posteriores al 11-M se creó una atmósfera de solidaridad en la sociedad española que pedía unidad a los partidos políticos. Duró horas. En la crisis económica, muchas voces se alzaron reclamando cierta unidad a los principales partidos políticos para resolverla. No ocurrió.

Y sin embargo, lo que las crisis históricas no consiguieron, EEUU si. Por presiones de la Embajada, PSOE, PP y CiU unieron sus votos para aprobar una ley impopular, La Ley Sinde. Esa indignación, minoritaria, dio paso al movimiento No les votes, que amplió el discurso para denunciar la corrupción de los partidos políticos.

Por supuesto, las movilizaciones no son contra la Ley Sinde. Existe un descontento generalizado de la gestión de la crisis económica. La ciudadanía hasta ahora había resistido a mostrar su descontento en las calles y Democracia Real Ya dio la oportunidad de manifestarlo el pasado domingo.

Toda esta organización se ha realizado principalmente a través de Internet. Si no estás metido en la red es difícil comprender el origen del fenómeno (aunque sí creo que posteriormente ha sido amplificado por los medios de comunicación tradicionales).

Los "perdedores"

Para mi hay tres perdedores claros en estas movilizaciones:

  • Partidos políticos. La crisis, pero también el cortoplacismo y la lógica partidaria les ha pasado una factura en forma de manifestaciones. El descrédito es generalizado, como indican las encuestas del CIS.
  • Sindicatos. Se dice que el 15-M movilizó a más personas que los sindicatos el 1º de mayo. En esta crisis económica se han jugado su credibilidad, con una convocatoria tardía de huelga general.
  • Medios de comunicación. El 15-M es la demostración más clara de que se les acabó el monopolio de la "opinión pública". No han ejercido labor crítica y forman parte del juego de la política. En la era de Internet se han demostrado lentos de reflejos, pero lo peor, incapaces de analizar una actualidad cada vez más compleja (caso de Fukushima pero también de 15M). Dice Iñaki Gabilondo que los partidos políticos van a tener que refundarse. Los partidos no sé, desde luego el periodismo, sí.
  • Ciudadanía irresponsable. Las cosas son como son y están como están porque todos los días tomamos decisiones individuales que tienen impacto colectivo. ¿Nos interesamos por lo que ocurre? ¿Tenemos capacidad crítica? ¿Valoramos puntos de vista alternativos?

Ya sabemos que la banca nunca pierde ;) 

Los "ganadores"

  • Ciudadanía "empoderada". Como demostró Democracia Real Ya, Internet nos brinda la oportunidad de crear nuevos modelos de participación política, más transparentes y abiertos. Las acampadas han dado una lección al mundo de civismo, organización y buen comportamiento.
  • Internet como medio de difusión y organización distribuída. ¿Fue el "Pásalo" del 11M un fenómeno puntual? Con el 15M está demostrado que no. Es imposible entender cómo se gestó el 15M sin echar mano de las webs, los blogs, los foros y las dos grandes redes sociales, Facebook y Twitter, al menos en lo que concierne al germen. Tengo la impresión (leñe, sin datos) de que Facebook en especial ha jugado un papel importante en la convocatoria del 15M.
  • Líderes digitales. Decía la canción que la televisión mató a las estrellas de la radio, con Internet pasa lo mismo. En la Red se está gestando una nueva generación de personas inquietas con nuevas ideas que están empujando para ponerlas en marcha. Las redes sociales ofrecen la oportunidad para que personas que se hayan ganado una reputación en Internet terminen dando el salto a la política (aunque en el estado actual, dudo mucho que sientan ninguna tentación de dejarse fagocitar por el sistema de partidos actual).

Consecuencias

  • Internet como esfera pública. Hasta ahora los medios de comunicación eran el espejo donde se miraba la política. Roto el tabú del debate político en Internet, Twitter y Facebook se han revelado como los amplificadores que necesitaban los medios digitales para rivalizar con los medios de masas. Así que, desde ese punto de vista político, lo que ocurre en el espacio digital ya es tan relevante como lo que se dice en un periódico. Es un lugar con dinámicas diferentes y en constante reinvención. La sociedad, como es lógico, cambia y se adapta a las nuevas costumbres.
  • A corto plazo, está por ver cómo evoluciona el fenómeno de las acampadas tras las elecciones. Sea cual sea el resultado, las reivindicaciones tienen puestas las vistas en las generales de 2012. El movimiento podría deshincharse, aumentar su intensidad (forzando elecciones anticipadas) e incluso prender la mecha en otros países.
  • Dependiendo del resultado de las elecciones, es probable que los partidos políticos muevan ficha. Por tipo de votante, el que más tiene que perder es el PSOE. En el peor de los casos, podría verse en una situación similar a la del CDS. El PSOE tiene primarias para elegir al sucesor de Zapatero y candidato a las elecciones generales de 2012, así que es probable que esos candidatos intenten asumir algunas reivindicaciones del 15M.
  • A medio plazo, están las elecciones de 2012. Para cambios importantes en las leyes orgánicas, la Constitución requiere de mayorías absolutas en el Congreso de los Diputados. Con resultados ahora previsibles (que un año da para mucho), eso significa casi irremediablemente un acuerdo entre PP y PSOE. Y por tanto, propuestas asumibles por ambos.

Puedes encontrar muchas y mejores reflexiones escritas por otros recopiladas en delicious y trunk.ly.

Bonus extra. Algunos artículos con análisis cuantitativos en Twitter:


Ciudadanos a las puertas

Texto que escribí ayer al mediodía para su publicación en el diario Canarias7.

Nací pocos meses antes de que muriera Franco. No he conocido qué es una dictadura. En aquel mismo año, 1975, se acuñó el término “ordenador personal” y se puso en marcha la primera red civil de ordenadores. En estos 35 años, la sociedad española ha vivido transformaciones intensas que en otros países llevaron un siglo: la conquista de derechos para la mujer, la universalización educativa, la reconversión industrial, la migración urbana, la inclusión en instituciones internacionales, la popularización de Internet...

Nuestro país posee un nivel de vida envidiable. Aunque nos cueste reconocerlo, parte de ese mérito es de políticos que tomaron decisiones cruciales. Ahora, en época de dura crisis económica, baja la confianza en los gobernantes. Pero a pesar de nuestra situación, sólo tenemos más que viajar 200 kilómetros hacia el Este, para valorar en su justa medida el calificativo “tercermundista”.

Precisamente, en Oriente se está desarrollando una revolución civil. El sentimiento de injusticia ha llevado a miles de personas a las calles a exigir cambios. Son jóvenes que se organizan a través de Internet y que aspiran a disfrutar de sociedades democráticas como la nuestra.

El pasado domingo miles de personas tomaron las calles en España, también organizadas por Internet, también reclamando una sociedad más justa. La diferencia es que ellos tienen el camino marcado y nuestros problemas no tienen manual de instrucciones. La diferencia es que este domingo nosotros sí disfrutaremos del privilegio de cambiar gobiernos sin combatir contra los tanques.

La sociedad está descubriendo en la Red nuevos líderes y capacidad de organización al margen de instituciones tradicionales. Internet nos ofrece una oportunidad. Ahora estamos todos en las redes sociales. Nos falta diálogo, propuestas y acción. ¿A qué esperamos? Nos jugamos nuestra democracia.