Revolution in the Valley, la historia del Mac

image from ecx.images-amazon.com Con el lanzamiento del iPod, iPhone, iPad y la superación en capitalización bursátil a Microsoft, la popularidad de Apple en los últimos meses/años ha sido efervescente. Pero no hace tanto fue una empresa dedicada a los ordenadores personales. Parte de su historia ha sido contada en diversas ocasiones, como en la película Piratas de Silicon Valley, donde dramatizan la rivalidad entre Steve Jobs y Bill Gates.

Hace cinco años, JJ Merelo me regaló a través de Amazon el libro Revolution in the Valley. Se trata de un libro escrito por Andy Hertzfeld, uno de los co-creadores del Macintosh. Publicado por la editorial O'Reilly, se trata de una edición basada en el web Folklore.org, que recopila pequeñas historias del equipo original de desarrollo del Macintosh. Para quienes no conozcan muy bien la historia, Steve Jobs y Steve Wozniak fundaron Apple con la idea de revolucionar el mercado con un ordenador personal de muy bajo coste. Tras el éxito con su primer intento casero, el Apple I, comercializaron el Apple II, que fue un éxito de ventas, especialmente tras la aparición de VisiCalc, la primera hoja de cálculo. Para suceder al Apple II la compañía puso en marcha dos proyectos, Lisa y Macintosh. Ambos tendrían un innovador entorno gráfico de usuario, aunque el Lisa estaba destinado al entorno empresarial, siendo una máquina potente y cara; y el Macintosh se proyectó para ser barata y asequible.

Andy Hertzfeld fue uno de los desarrolladores originales del Mac (aunque en el proyecto terminaron trabajando más de 200 personas, incluyendo los de Lisa). El libro contiene aproximadamente 100 historias, ordenadas cronológicamente desde agosto de 1979, cuando Jef Raskin inicia el proyecto, hasta mayo de 1985, cuando Steve Jobs abandona Apple para fundar NeXT. Las historias están acompañadas por fotografías y documentos originales (por ejemplo, hojas de libretas con código ensamblador).

A pesar de las recomendaciones, no había tenido interés especial en el libro. Había leído algunos pasajes de forma aleatoria y pensaba que las anécdotas no tenían hilo conductor. Error. He tardado menos de dos días en leerlo de cabo a rabo. Hertzfeld da detalles muy interesantes a distintos niveles: a nivel técnico, para los que somos informáticos, tiene historias muy jugosas sobre qué problemas se encontraron y cómo los resolvieron; a nivel de desarrollo, da cuenta de la evolución del proyecto, desde el pequeño equipo inicial a su estresante final; y a nivel de recursos humanos, también ofrece muchos detalles de cómo fue la interacción entre programadores, directores de departamentos y dirección de la empresa. Justamente lo que más me ha gustado es que no es un panegírico sobre el Mac, Wozniak ni Jobs, sino una historia sobre personas con una pasión y misión comunes. En cierto sentido, es como la historia del Mac a través de la perspectiva de un Dilbert, y aunque hay espacio para los momentos graciosos, también los hay para los dramáticos.

Como muchos otros de sus compañeros, Hertzfeld comenzó a trabajar en Apple muy joven, y su trabajo era su pasión. He disfrutado muchísimo con los relatos de cómo se crearon muchos de las convenciones que hoy utilizamos en informática. Cuenta cómo pasaron trabajando muchas noches y fines de semanas dedicados en cuerpo y alma a conquistar un territorio virgen. Andy es sorprendentemente sincero en muchos de los relatos, especialmente en aquellos que relata los momentos más críticos. Para él, el espíritu aventurero y rebelde del proyecto se va perdiendo a medida que el proyecto tiene éxito dentro de la empresa, crece y avanza hasta su lanzamiento. Tras el lanzamiento, y un periodo vacacional, Hertzfeld llega a la conclusión de que el equipo del Mac le queda grande y administrativo, y que sus aportaciones ahora ya no son tan importantes, por lo que finalmente deja la empresa.

Por supuesto, también hay algunas historias sobre Steve Jobs, pero su historia está mejor diseccionada en otros libros. Una recomendación: el relato sobre su Campo de Distorsión de la Realidad.

Unos pocos peros. Quizás echo de menos más referencias a las fuentes de inspiración; por ejemplo, aunque muchos desarrolladores provienen de Xerox PARC, se cita poco del Xerox Star. Y debido a que es una recopilación de historias cortas, ayuda mejor a seguir los acontecimientos conocer la historia del Mac y Apple.

En definitiva, es un libro que disfrutarán especialmente los ingenieros (al menos en mi caso, me he sentido bastante identificado con el autor). A tener en cuenta que, además, los textos tienen licencia Creative Commons Atribución-No comercial.

PD: Como anécdota, para los que somos linuxeros, en 1999 Andy Hertzfeld y varios de sus ex-compañeros en Apple fundaron Eazel, una empresa que desarrolló el actual explorador de ficheros para el escritorio Gnome, Nautilus. Pretendía vender servicios, como almacenamiento remoto (¿a alguien le suena Dropbox o Ubuntu One?), pero su modelo de negocio no funcionó en aquel momento y la empresa cerró en 2001. Sin embargo, Nautilus continúa siendo el explorador por defecto de Gnome, aunque mantenido por la comunidad.


Crisis editorial y cola larga

En Público, Paula Corrot escribe un artículo titulado La burbuja editorial ya no aguanta más. Viene a decir que en 2008 se publicaron más libros (un 19% más), pero las librerías devolvieron bastantes más (el 30%).

«Algunas librerías comienzan a dar la voz de alarma: "Ya no podemos absorber 50 novedades a la semana", admite Aldo García, de la librería Antonio Machado de Madrid. Como apostilla el editor Pote Huerta, de Lengua de Trapo, "hay voces que dicen que el sector del libro está bien, pero no es así. Estas cifras indican que hay una hiperinflación del libro y esto está produciendo una pérdida de bastante dinero en las librerías". [...] "Los servicios de novedades de las editoriales, para intentar vender más, han pasado de enviar 10 a enviar 20 libros a las librerías, pero no se dan cuenta que, por mucho que se empeñen, sólo se venden 10". El resto se devuelve y eso ya supone un gasto para la librería, la distribuidora y la editorial».

¿Cómo interpretar estas cifras, a la luz de Internet? Quizás recuerden The Long Tail. Es la teoría de que Internet permite vender una cantidad enorme de productos, porque no existen problemas para publicar un catálogo innumerable de productos: los super-éxitos siguen siendo super-éxitos, pero los productos pocos conocidos también encuentran un pequeño mercado (que en conjunto suman un buen volumen de ventas). Chris Anderson, en su artículo sobre La Cola Larga decía: «Más de la mitad de las ventas de libros en Amazon provienen de aquellos libros que no están en el grupo de los 130.000 más vendidos».

Lo debatía esta semana con pjorge: hoy en día ir a una librería sin una conexión a Internet es casi perder el tiempo. La ayuda que pueden ofrecer los libreros es cada vez más limitada, no pueden saber todo sobre todo. Si queremos saber cuál es el mejor libro sobre Roma, la mejor opción es sin duda bucear por la Red y leer reseñas, echar un vistazo al índice, a las primeras páginas, incluso preguntar en un foro de historiadores, hasta encontrar el libro adecuado. ¿Cómo puede competir con eso una librería? (Desde luego, reconvirtiéndose y ofreciendo otros servicios, que es lo que están haciendo las librerías dedicadas a juegos de mesa y de rol). The Economist publicó días atrás un interesante artículo sobre el impacto de las reseñas de libros y otros productos en la Red, Fair comment:

«Visitors are more reluctant to buy until a product attracts a reasonable number of reviews and picks up momentum. [...] Yet even when a product has attracted hundreds or even thousands of reviews, they keep coming in».

Entonces, ¿es cierto que la burbuja editorial ya no aguanta más? Desde el punto de vista de los libreros, que tienen una cantidad limitada de estanterías esa afirmación puede tener sentido. Pero si la teoría de la Cola Larga es cierta, la estrategia de las editoriales de publicar más novedades que nunca tiene sentido si están pensando en un mercado dominado por las ventas a través de Internet. Y no no sé si es el caso, porque en España no contamos con una tienda electrónica comparable a Amazon.com -y con el advenimiento de los libros electrónicos, es algo que puede pasar factura.

Me quedo con la duda de qué está ocurriendo realmente en el mercado editorial. Según Público: «En el otro lado de la balanza, están las ventas que, según Antonio María Ávila, de la Federación de Gremios de Editores de España, en 2008 bajaron un 2%». Pero en enero, se descorchaba el champán cuando se anunció que 2008 fue récord de ventas de libros, con un crecimiento del 30% según datos de Nielsen. ¿Más libros pero menos beneficios? No parece en todo caso que pueda hablarse de burbuja editorial o crisis, con un crecimiento del 30% o un descenso de un 2%. Que el modelo de distribución actual de libros quizás no es eficiente para las librerías, es otro cantar, pero muy a su pesar, la publicación de muchas novedades es solo uno de los problemas que van a tener que afrontar, y probablemente no el más serio.

PD: A todas estas, la revista de Carrefour anuncia la venta del Papyre, el libro electrónico de firmware español. ¿Malos tiempos para los negocios impresos?


Islas en la Red

Islasenlared El pasado mes de noviembre estuve en la presentación del libro Islas en la Red, escrito por Daniel Bellón. Daniel escribe una bitácora del mismo nombre. No es una coincidiencia, ya que se trata de una recopilación de las entradas que ha ido realizando en los últimos cinco años. El subtítulo reza «Anotaciones sobre poesía en el mundo digital».

Aunque el libro versa sobre principalmente sobre la relación entre la poesía e Internet, en el libro se encuentran muchas reflexiones interesantes que seguro cautivarán a lectores que -como yo- no sean especialmente seguidores de este género. La relación entre la cultura y la Red, entre los intelectuales y las nuevas tecnologías, el hip-hop, los blogs, la ciencia, las fronteras de un pequeño archipiélago en la red de redes... todos estos son temas que estoy seguro que gustarán a muchos lectores de esta bitácora.

Un pequeño extracto:

«De lo de los tankas en el móvil me enteré gracias a Pedro Jorge Romero. Lo interesante es el debate que parece haberse abierto: ¿Son verdaderos tankas estos poemas para ser leídos, para ser distribuidos por teléfono móvil? ¿Responden a la milenaria tradición japonesa, o es "junk poetry", poesía de usar y tirar? ¿Es el medio el que determina la altura de un poema? ¿Es más digno un poema por estar escrito en un hermoso pliego de papel de arroz o en un libro de bonitas tapas que si su lectura se realiza en la pantalla de un móvil, de una PDA o del ordenador?».


El libro Islas en la Red también está disponible para su descarga (PDF).