Canarios a la conquista del mundo

El Canarias7 publica una interesante entrevista a David Horat, uno de esos canarios que han buscado oportunidades fuera de las islas. David ha estado trabajando como informático del CERN, el centro europeo responsable del mayor acelerador de partículas, el LHC.

— Pero no es muy habitual ver alumnos de universidades canarias moviéndose a ese nivel ¿Crees que la formación es buena? ¿Se ve, quizás, muy lejos todos estos proyectos desde aquí?

— Bueno, hay de todo, tengo un amigo haciendo el doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) por ejemplo. El nivel es bueno, pero quizás no se atreven a salir porque se ve muy lejos, y no lo está tanto. Al Summer of Code pueden mandar todos su currículum, y es la forma de empezar a hacer cosas importantes. El problema también es que la universidad no proporciona información sobre estas cosas, y me refiero a colgar un cartel, porque si no nadie se entera. Y la carrera es sólo la base, pero sobre eso tienes que montar tu castillo.

Más en David Horat: "La carrera es la base y sobre eso montas tu castillo".

Y a esto añadir que un canario adoptivo conquistó el Eventoblog celebrado en Sevilla este fin de semana (con gran éxito de público). Luis Suárez teletrabaja para IBM desde Maspalomas, predicando el uso de nuevas tecnologías para la colaboración (redes sociales, blogs, wikis, etc). Su charla fue sobre Servicios y tecnología 2.0 en la empresa.

Felicidades a ambos :)


La informática es una chapuza

Acabo de pasar a portada de Barrapunto una noticia relacionada con la polémica recurrente sobre los colegios de informática. En concreto que Decanos y directores reclaman la regularización profesional de la informática. Solicitan «las mismas exigencias y estructura que el resto de ingenierías que se corresponden con profesiones reguladas, ya que no existe ningún motivo de peso para ir por un camino diferente» ya que es «la única ingeniería que no tiene atribuciones ni está regulada profesionalmente, cuando es la que cuenta con más alumnos en nuestro país». En mi opinión existe una poderosa razón por la que aún no está regulada y es la que da título a esta entrada.

En la entrada anterior, La informática, en el año 80, enlazaba un documental de TVE que nos da una visión retrospectiva de lo mucho que ha avanzado la informática desde entonces y lo mucho que dependemos de ella en nuestra vida diaria. Los que llevamos en la informática más de una década recordaremos los tiempos de MS-DOS, el WordPerfect, el WordStar... Los informáticos eran profesionales respetados, personas de grandes conocimientos técnicos. Esta época primitiva de la informática me recuerda mucho a los cuentos de Asimov, donde preveía un futuro en el que las máquinas serían capaces de hacerlo y predecirlo todo con total precisión, de ahí el temor a que las máquinas nos desplazaran.

Comparemos esa visión romanticista con la de la informática actual. La informática se ve como un mal menor -o mayor- y no como un recurso de primer orden en las empresas. Los usuarios se ven como sufridores de máquinas y programas que, saben, en algún momento les dará algún problema de seguridad o de fallos. La profesión de informático está muy devaluada y es sinónimo de chapuzas sofisticado. Ya no existe miedo a que las máquinas nos reemplacen: los ordenadores son tan falibles, o más, que los humanos. Los ordenadores ahora son cajas mágicas.

Sería simplificar mucho que desde los 80 al 2008 lo que le ha pasado a la informática se llama Bill Gates, pero algo de eso hay. En los últimos 30 años hemos visto un desarrollo vertiginoso de la informática, si bien no tanto en nuevos conceptos, sí en prestaciones y aplicaciones. Esto, con seguridad, ha sido a costa de elementos como la fiabilidad y seguridad. En la carrera por cumplir a rajatabla la promesa de Moore a la que se apuntó toda la industria informática, los fallos se volvieron permisibles. Si a un usuario de MS-DOS los trasladáramos en el tiempo a la actualidad, vería con mucha extrañeza nuestra resignación a que los sistemas operativos se colgasen o a que los programas se cerrasen sin previo aviso. Por desgracia, encender y apagar el cacharro forma parte indisoluble de la experiencia tecnológica que va más allá del ordenador personal: DVDs, MP4s, móviles...

La idea con la que personalmente concibo los colegios profesionales es la de responsabilidad civil. Un arquitecto sabe que debe usar cierto tipo de cemento y distribuir la carga de forma tal que se garantice la estabilidad de la edificación durante muchos años. Existe, por tanto, una responsabilidad tras esa garantía. Pero la promesa de que las chapuzas informáticas se van a acabar con los colegios informáticos es, en buena parte, falsa.

Aunque las prácticas que quieren fomentar como ingeniería informática son buenas, si la fiabilidad o el tiempo de desarrollo del software se pudiera asegurar con márgenes de error estimables, y la inversión en recursos solo fuera un poco mayor que al hacer software chapucero, ya tendríamos software fiable. Los clientes elegirían sin duda al software de ingeniería. Sin embargo, o los clientes son incapaces de diferenciar entre el software bueno y el malo, o ya se han acostumbrado tanto al malo, que no ven ventajas en pagar por software de calidad. Por otra parte, empresas con ingentes recursos como Google o Microsoft tampoco parece que estén cerca de poder garantizar calidad. Y es que la robustez de un programa es una función exponencial, dispuesta a devorar todos los recursos humanos, temporales y económicos que se pongan a su disposición.

De hecho, el software libre tiene fama de ser más confiable y la seguridad no viene dada por tener rigurosos análisis y seguir patrones de diseño, sino por ser revisable en comunidades, cuyos miembros no tienen por qué ser profesionales. En fin, nada que no estuviera ya claro en La Catedral y el Bazar de Eric Raymond.

En comparación, la informática como ingeniería es muy joven, mientras que la arquitectura lleva miles de años de ensayo y error. Para que la informática del futuro sea tan robusta como la arquitectura, muchas cosas tendrían que cambiar, en particular, que los recursos necesarios no tengan función exponencial. Quizás los ordenadores deban ser diferentes, pero seguramente, deberán cambiar los paradigmas de desarrollo. Hasta que no se llegue a ese punto, no veo sentido que se vendan garantías imaginarias.

Entiendo que estas propuestas, parten por un lado, de la mejorable situación social y económica en la que nos encontramos los informáticos y por el otro, de una guerra de poder entre los ingenieros de telecomunicaciones y los ingenieros de informática. Entre otras cosas, los colegios de informática buscan crear una escacez artificial que justifique sueldos más altos. Pero en España lo que necesitamos son personas emprendedoras con ideas innovadoras, que se lancen a competir en un mercado global y sin que tengan que pedir permiso a nadie. La alternativa podría crear otro lastre a nuestro ya de por sí histórico déficit en nuevas tecnologías.


La informática, en el año 80

Simo80 En la web de RTVE han publicado un vídeo muy interesante que muestra el estado de la informática en el año 80: La tecnología en 1980, tras la celebración del SIMO.

«En 1980, tras la celebración de la edición del SIMO de aquel año, TVE emite este reportaje mirando el futuro del microchip. Por entonces, el microchip era una novedad para el gran público, y el reportaje mostraba algunos posibles usos de aquella 'novedosa' tecnología».

En aquel entonces, incluso los códigos de barra eran una novedad :) Es muy curioso ver en retrospectiva las filias y fobias. En el reportaje se citan algunos problemas que parecen recurrentes, como el papel de la tecnología en la crisis del petróleo y el miedo al cambio en los periódicos e imprentas.


Charla de Lawrence Lessig en Google

Ayer descubrí una nueva sección de vídeos de conferenciantes invitados en Google, AtGoogleTalks (en YouTube en lugar de Google Vídeo). En concreto, tienen una serie de conferencias bajo el título Authors@Google. Al contrario que las charlas de Google engEDU, éstas no están centradas en asuntos técnicos, sino en culturales. Algunos de los conferenciantes invitados son Chris Anderson, George Soros, Neil Gaiman, Steve Wozniak y Hillary Clinton.

Supongo que los lectores habituales de este blog conocen ya a Lawrence Lessig, pero por si acaso, la Wikipedia lo describe como «abogado y profesor de Derecho en la Universidad de Stanford, especializado en derecho informático. Fundador del Centro para Internet y la Sociedad de la universidad, además de la iniciativa Creative Commons». Lessig es autor del libro Free Culture (traducido por Elastico: Cultura libre), que trata de los excesos del copyright:

«En toda nuestra historia nunca ha habido un momento como hoy en que una parte tan grande de nuestra "cultura" fuera "propiedad" de alguien. Y sin embargo, jamás ha habido un momento en el que la concentración de poder para controlar los usos de la cultura se haya aceptado con menos preguntas que como ocurre hoy día»

En la charla, Lessig comienza hablando de la Larga Cola de Chris Anderson (magnífico libro que tengo pendiente de comentar). Ya saben: unos pocos viven de (por ejemplo) escribir, y otros muchos lo hacen por el amor al arte; en la vida real esta economía de lo escaso tiene sentido, pero no en Internet donde las estanterías virtuales tienen espacio casi infinito, y suponen una parte importantísima de las ventas de Amazon, iTunes, Netflix o Rhapsody. Para Lessig, lo importante sobre la Cola Larga no es solo el mercado que genera: Amazon, Apple y otras empresas están controlando mediante tecnologías cómo podemos usar la cultura, tanto en la cabeza como en la cola. Según Lessig, hay dos culturas y dos economías que diferencian la cabeza y la larga cola.

Las dos culturas de Lessig son la cultura de "solo lectura" y la de "lectura y escritura" (en alusión a los permisos de los ficheros de un sistema operativo). La cultura de "solo lectura" se caracteriza por tener una economía comercial, mientras que la cultura de la "lectura y escritura" se basa en la economía del compartir. Y tienen lógicas diferentes: la primera se basa en el dinero y la segunda en el amor al arte. Lessig pone el ejemplo de la Wikipedia: si aplicáramos las reglas de la cultura de "solo lectura", este macroproyecto tendría muchísimas menos aportaciones, no más.

Pero lejos de ser rivales, estas dos culturas pueden ser compatibles. El mundo del software libre ha demostrado que es capaz de compatibilizar la pasión de los programadores, traductores y diseñadores amateurs con las ambiciones empresariales de (por ejemplo) RedHat. Esta economía híbrida que combina el dinero con el compartir es, para Lessig, y con diferencia, la de mayor potencial de crecimiento y por tanto la que hay que cuidar.

El abogado estadounidense afirma que ese prometedor potencial tiene dos peligros: la legislación y la cultura empresarial. La cultura de "solo lectura" traspasa las metáforas analógicas al mundo digital, y por eso quiere controlar las "copias". Pero en el mundo digital, cualquier uso que damos a un contenido es en si mismo una copia. La legislación quiere imponernos las reglas de ese mundo analógico al digital, y de paso borrar de un plumazo el que en EEUU ha sido el derecho al uso justo (fair use).

Para Lessig, la respuesta a esta disyuntiva es Creative Commons: que una gran parte de nosotros creemos contenidos y los compartamos en Internet, permitiendo -si así lo que queremos- que otros puedan remezclar obras sobre las que crear nuevas composiciones.

En fin. La charla es bastante interesante y Lessig es muy ameno y didáctico como orador. La sesión de preguntas es tan instructiva como su conferencia, y a tenor del eco del público, parece que Lessig juega en territorio amigo en Google (no en vano, la empresa remezcla contenidos ajenos con copyright, en base al uso justo, para ofrecer resultados de búsquedas).

Viendo la charla me resonaban en la cabeza la SGAE, el canon digital y los argumentos de Alejandro Inurrieta, Asesor del Secretario de Estado de Economía, sobre El peso económico de la cultura en España (obviamente, solo el de la cultura de "solo lectura") de donde se explica por qué el Parlamento español hará caso omiso a la voluntad mayoritaria en esta cuestión.

PD: Q.E.D. Encuesta del CIS del mes de marzo. Los españoles no consideran piratería bajarse música de Internet.


MacArinaga 2007

En Macuarium se anuncia MacArinaga 2007, una quedada de usuarios de Mac que viene celebrándose en Gran Canaria desde hace varios años.

«El próximo 27 de Abril tendrá lugar la siguiente edición de las conocidas y recomendables reuniones mackeras de este barrio de Gran Canaria. [...] Este año y debido a las criticas (constructivas) recibidas vamos a bajar un poco el listón teórico y vamos a intentar hacer unos talleres mas asequibles al usuario medio. Tenemos suerte y avezados usuarios serán los que nos ilustren sobre sus modos y métodos a los demás asistentes».

Se celebrará en la Casa de la Cultura de la Playa de Arinaga, donde todos los martes venimos organizando un pequeño taller de software libre. La verdad es que me identifico más como linuxero que como maquero. Dejé de ser usuario de Mac cuando mi iBook G3 pasó a mejor vida, pero a finales del año pasado compré un Mac Mini, que vengo utilizando regularmente desde entonces. Además de ser un Dual Core, lo mejor es su silencio.

Por allí nos veremos.


I Taller de Podcasting de Canarias

El sábado por la tarde se celebrará en Las Palmas de Gran Canaria el I Taller de Podcasting de Canarias, organizado por Fran J. Saavedra, Canarias Bruta y la Galería de Arte Luroa. Lo cuenta Fran en Esperantia:

«Los podcasters canarios vamos a celebrar el próximo día 17 en la   Galería de Arte Luroa a partir de las 16:00 horas el I Taller de Podcasting de Canarias con el que vamos a intentar acercar el maravilloso mundo del podcasting, sus posibilidades en todos los ámbitos y su funcionamiento a todas aquellas personas que quieran conocer algo más de una palabra que ya está sonando muy fuerte en los medios y que se le vaticina un futuro prometedor como herramienta de comunicación».

Y siguiendo con frikadas, este fin de semana también se celebra en Vecindario el I Salón del Manga de Gran Canaria, con un montón de actividades relacionadas con el mundo del manga, el anime y Japón. La entrada es gratuita si vas de cosplay ;-)


El Gobierno de Canarias y los mapas de Google

Googlemapsgrafcan1 Cuentan en Mangas Verdes que:

«El Partido Verde Canario ha denunciado un acuerdo entre el Gobierno de Canarias, a través de su empresa pública Grafcan (Cartográfica de Canarias), y Google para que las imágenes del archipiélago que muestra Google Earth, al menos aquellas de especial sensibilidad para el mercado turístico, se retrotraigan de las actualizadas a 2006 a las tomadas en el período 1996-2000».

Hace algunos días había visto la actualización de las islas en Google Maps, la versión web de Google Earth. En realidad, en general, me había quedado con buena impresión por tres puntos destacables: el Gobierno de Canarias parece que se pone las pilas tecnológicas y llega a un acuerdo con Google para la actualización de los mapas utilizando la cartografía de Grafcan; la superficie cubierta es mucho mayor (zonas como el norte de Gran Canaria estaban en muy baja resolución y para colmo bajo nubes); y la resolución de las nuevas imágenes eran significativamente mejores. Por contra, me llamó mucho la atención que los colores estuvieran claramente distorsionados.

Googlemapsgrafcan2 La concejala del Partido Verde Canario Amalia Bosch afirma:

«"También podrán ver como el mapa de Gran Canaria, y en el resto de las islas, aparecen unos manchones blancos que corresponden a la ubicación de las bases militares, como la de Gando, algo que solo se hace aquí, ya que en territorio peninsular figuran la bese de Rota o la de Torrejón". A todo esto "debemos añadir la mala calidad de las fotografías y, lo que es peor, la parcialidad ya que no cubren todo el territorio insular, la deficiencia cromática y la antigüedad de una cartografía que, al realizarla una empresa pública, estamos pagando entre todos"».

En Canarias Ahora se recogen otras declaraciones.

Creo que las nuevas fotografías tienen deficiencia cromática, pero también tiene mayor resolución. Tampoco me parece que haya ninguna evidencia de que el Gobierno de Canarias haya tratado de «esconder al mundo las numerosas vergüenzas urbanísticas y destrozos que, en contra de los que se dice desde el gobierno afectan a las islas». Y aunque es de aplaudir su acuerdo con Google, lo que sí debería hacer de forma inmediata el gobierno es publicar en Internet, de forma gratuita, todas las imágenes de las islas en poder de la empresa pública Grafcan, independientemente de su acuerdo con Google.

En este sentido, hay que apoyar la iniciativa Public Geo Data destinada al Parlamento Europeo que exige que se publiquen de forma gratuita la información geográfica recogida por los gobiernos europeos. Con la popularización de los receptores GPS en los dispositivos móviles y la inminente puesta en marcha de la red de satélites Galileo, los servicios basados en geolocalización van a generar muchas oportunidades de innovación y negocios. Google lo sabe y por eso está apostando por Google Local. La puesta a disposición de estos datos por parte de las administraciones públicas es un paso fundamental para fomentar esta innovación.

Otros comentarios al respecto en Territorios Red, ¡Chacho chaacho chaaaacho!, help! y Canarias Bruta.


Blogueros contra wikipedistas

WikipediaAyer me hacía eco en mi otra bitácora sobre la iniciativa Wikiesx2, que pretende duplicar el número de entradas de la Wikipedia en español. Así que ni corto ni perezoso traduje un par de artículos sobre cometas. Tuve algunos problemas con las imágenes, y en el canal #wikipedia-es varios wikipedistas me ayudaron muy amablemente.

Creo que a estas alturas a nadie se le escapa que la Wikipedia es uno de los baluartes culturales de Internet: cultura libre, contenidos democráticos, fácilmente extensibles... Pero el español no está bien representado, así que Rafael Estrella (PSOE) ha propuesto  Wikiesx2 para terminar con esa situación.

Sin embargo, estas iniciativas chocan frontalmente con la política que llevan algunos wikipedistas españoles. Mantener de forma altruista la integridad de la Wikipedia es una labor que hay que reconocerles. Pero cuando se hacen las cosas mal, se hacen mal y deben ser criticadas. Hace unas semanas, Fernand0 ya comentaba varios casos flagrantes en es.wikipedia (punto org), ¿qué es?:

«Fue una sorpresa 'curiosa' cuando alguien decidió que la chiquilla [Leonor de Borbón] no era suficientemente relevante: Biografía sin contenido, sólo un bebé más. [...] Pasó algo parecido con la página de un amigo, Pedro Jorge. Alguien la creó (que lo diga él si quiere) y alguien pensó que era autobombo, asi que la eliminaron. [...] Como ya conocía la 'exigencia editorial' de la wikipedia (es) hice un artículo cortito: Blogia que ha tardado exactamente 15 días en recibir la calificación de 'Sin Relevancia aparente' por uno de los 'gestores' del sitio [...] Peor suerte ha corrido la página que escribí sobre Roberto Abizanda que directamente ha sido borrada (por segunda vez ya). Supongo que sería más fácil si se llamara Robert y hubiera creado blogueision.com».

¿Casos aislados? Cuenta ahora Emezeta que:

«El artículo de la Gosfiosfera en la wikipedia ha sido marcado como irrelevante sin aportar dato alguno. Invito a todos mis lectores a opinar sobre la relevancia de la entrada (tanto positiva como negativamente) eso sí, argumentando las razones para poder modificarla si hiciera falta».

Luego nos quejamos de que Hispanoamérica no existe para los anglosajones, de que el español está tan mal en Internet y de que tenemos que aprender a valorar más nuestras cosas. Quizás no sea justo acusar a todos los wikipedistas, ni extrapolar esta política como generalizada, pero estos ejemplos -todos relacionados con los blogs- no pintan bien.


La innovación como publicidad

Hace unas semanas, un ejecutivo de Yahoo! afirmó que daban por ganada a Google la batalla de los buscadores. Aunque luego la compañía desmintió el hecho, en el artículo original leí una frase interesante:

«"In some countries, it's already game over in search, with Google the clear victor," said RBC Capital Markets analyst Jordan Rohan in New York. "Google's product development pipeline runs at such a fast rate that it's very difficult for any company, Microsoft or Yahoo! to catch up"».

La traducción viene a ser algo así como «la línea de producción de Google va tan rápido que es muy difícil para cualquier empresa, sea Microsoft o Yahoo!, mantenerse al mismo nivel». Y es que esa me parece una de de las mayores genialidades de Google: utilizan a su departamento de I+D como creativos publicitarios. Con la cantidad de dinero que poseen, podrían dedicarlo a grandes campañas publicitarias, pero de momento son el estandarte, junto a otras nuevas puntocom, del márketing viral (deja que otros hablen de ti). Imagino que en parte inspirados por la máxima del software libre: release early, release often (publica pronto, publica a menudo), la ración diaria de novedades provenientes de la empresa da hasta para mucho. Incluso para un blog temático, como es el caso del de Dirson.

Justamente, en Dirson se preguntan por qué la blogosfera ama más a Google que a otras empresas:

«El caracter vanguardista de sus productos, frente a lo previsible de todo lo presentado por Microsoft, es la causa de que la gran mayoría de los blogs nos hagamos mucho más eco de los productos de Google (y de muchos otros, como de Yahoo!) que de los suyos».

En el caso de los blogs españoles, también tendrá algo que ver que Google sea el buscador cuasi-monopolista del mercado, con más de un 80% de cuota.

Para bien o para mal, está cada vez más claro que los blogs (como ya lo era el correo electrónico) sirven como un estupendo canal de promoción, siempre y cuando se sepa capturar el interés de los blogueros.


Juegos masivos multijugador

Hay un creciente interés por los juegos multijugador en línea. La revista Consumer.es publicó el año pasado un extenso artículo sobre ellos, escrito por Marta Peirano (La Petite Claudine): Juegos Masivos Multijugador Online. Hace un par de semanas, en El País, Francis Pisani hablaba de ellos: El pan gracias al circo: la economía del juego en línea.

Estos últimos días he leído un varias entradas en blogs españoles al respecto de los juevos masivos. Enrique Dans reflexionaba sobre la quedada virtual organizada por Lawrence Lessig (Creative Commons) de la que también daba cuenta Joi Ito:

«Esto me ha encantado: Lawrence Lessig está montando conferencias-fiestas virtuales en Second Life, uno de los MMO más populares por su flexibilidad, para recaudar fondos para Creative Commons. En la última, de la que tenemos transcripción de la conferencia, estuvo y nos cuenta sus impresiones Joi Ito invitado por Hamlet Linden (uno de los creadores de Second Life), y aparece además recogida en Future Marketing Summit o en Make».

Javier Cantero ha publicado en su bitácora varios artículos para explicar los juevos masivos multijugador, y el tema le ha gustado porque acaba de crear un blog dedicado a los MMOG.

«La gracia de los MMOGs está precisamente en la interacción de los jugadores. Puede adoptar numerosas formas, aunque lo más típico es la competitiva y la colaborativa. La mayoría de los MMOGs permiten a los jugadores agruparse en algún tipo de grupos, llamados habitualmente clanes (en inglés suele denominarse guilds, pero 'gremio' no es una buena traducción puesto que normalmente los componentes de un clan suelen tener diferentes profesiones o habilidades, precisamente para complementarse)».

Tal como explica Pisani en su artículo del Ciberpaís, en estos juegos digitales hay verdaderas economías, donde las posesiones virtuales se compran y venden con dinero real e incluso, como explica Cantero, ¡hay impuestos!

No es de extrañar, por tanto, el interés de antropológico de estas redes sociales, con el añadido de que al ser virtuales y en algunos casos programables, facilitan la investigación. Me ha resultado un tanto sorprendente ver como nada menos que los famosos laboratorios PARC de Xerox han abierto su primer blog, PlayOn (en Movable Type) dedicado a sus investigaciones científicas sobre los juevos masivos. En concreto, están analizando en World of Warcraft la topología de las redes de jugadores, el sexo, raza y otras muchas cuestiones interesantes. Seguro que hace las delicias de JJ y fernand0.

Me intrigan sobremanera este tipo de juegos. Ahora que tengo un Windows disponible, estoy tentado de jugar a alguno, pero tengo pánico a que me absorban como a Algernon:

«To plug, or not to plug. Enchufarse o no. Al final cerré los ojos y lo desinstalé. No podía permitir que tomara el control sobre mi vida. Me he salvado, pero por los pelos. Un par de días más, y no sólo WoW se habría hecho con mi cordura, sino también con mi bolsillo, obligándome a un desembolso anual de 150 euros para estar matando orcos en un servidor. ¿Suena ridículo verdad?»